Vlado Gotovac (escritor yugoslavo...es decir con sentimientos identitarios múltiples)


"NUNCA HE COMPRENDIDO A QUIENES DESEARÍAN QUE EL ARCO IRIS FUERA DE UN SÓLO COLOR. ÚNICAMENTE SU VARIADA GAMA CROMÁTICA LO HACE HERMOSO. ASÍ, TAN SÓLO DIVERSAS ETNIAS Y GRUPOS HUMANOS PUEDEN ENCERRAR TODA LA BELLEZA DEL MUNDO".
Vlado Gotovac. Escritor yugoslavo (...portador de identidades múltiples, no excluyentes, radicalmente opuesto a la limpieza étnica que configuró los actuales estados mono-étnicos en los Balcanes)

lunes, 18 de julio de 2016

Imanol Zubero. Reconocer como iguales a las víctimas de las tierras arrasadas



Imanol Zubero. Erreferentea izan zen, egun bada eta jarraituko du izaten. Hona hemen Europako populismoaren aurrean, inmigrazio eta errefuxiatue gaiarekinlotuta,  hausnarketa sakon bat.

Imanol Zubero. Siempre fue mi referente ético, lo sigue siendo ahora y lo seguirá siendo en el futuro. El populismo y el nacionalismo, diverso y semejante, avanza peligrosamente por todo Europa. determinados intelectuales lo abrazan, cuando menos numerosos postulados de esas ideologías, así todos conocimos las derivas de Sartori o Fallaci. Después de los atentados de Niza, esta reflexión de Imanol Zubero sobre la peligrosa teoría de Raffaele Simone, transversalizada por varias ideas de Emiliano Monge, se convierte en lujo intelectuan en el páramo yermo que va desde el buenismo ingénuo al malismo inconsciente*.
Merece la pena leerlo aquí:
http://imanol-zubero.blogspot.com.es/2016/07/reconocer-como-iguales-las-victimas-de.html

*Bautizo como "buenismo  ingénuo" la teoría, no académica, que presenta a todo extranjero como portador de una bondad inherente, de tipo roussoniano, que, de forma natural, enriquecerá la sociedad de acogida sin necesidad de plantear políticas de integración, ni plantearse una sociedad pluricultural desde la ciudadanía crítica, ni considerar que la diversidad es un constructo complejo que necesita de una gestión compleja. Por otro lado considero "malismo inconsciente" la tendencia a manejar argumentos típicos del racismo o de la xenofobia de baja intensidad a la hora de abordar la realidad de la inmigración por parte de ciudadanos que son eso que podríamos denominar "buena gente", adjudicando a ese "ellos" construido todos los males que aquejan a nuestro cuerpo social y negando, como si Huntintong hubiere sido su escritor de cabecera, toda posibilidad de bondad e integración en una sociedad mejor y más rica, en definitiva más heterogénea.




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