Vlado Gotovac (escritor yugoslavo...es decir con sentimientos identitarios múltiples)


"NUNCA HE COMPRENDIDO A QUIENES DESEARÍAN QUE EL ARCO IRIS FUERA DE UN SÓLO COLOR. ÚNICAMENTE SU VARIADA GAMA CROMÁTICA LO HACE HERMOSO. ASÍ, TAN SÓLO DIVERSAS ETNIAS Y GRUPOS HUMANOS PUEDEN ENCERRAR TODA LA BELLEZA DEL MUNDO".
Vlado Gotovac. Escritor yugoslavo (...portador de identidades múltiples, no excluyentes, radicalmente opuesto a la limpieza étnica que configuró los actuales estados mono-étnicos en los Balcanes)

lunes, 21 de marzo de 2016

Universidad de Deusto. Facultad de Derecho. "Refugiados y migrantes. La Europa embarrancada"


Sesión con alumnado de 2º curso de la Facultad de Derecho. En la clase abierta, celebrada precisamente en el Día Contra el Racismo, hemos abordado el tema, tan de actualidad (de trágica actualidad), de las dudas europeas y su cuestionable comportamiento ante la conocida ya como la "crisis de los refugiados". 
Refugiados y migrantes. La Europa embarrancada

Ante una crisis humanitaria lacerante, conocida ya como “La crisis de los Refugiados”, la Unión Europea está demostrando una parálisis que amenaza con socavar dos de sus pilares fundamentales: la unión supranacional de los diversos estados miembros y  su tradicional  política de acogida, fundamentada en ese constructo que todos conocemos como respeto a los DDHH.

Como nos recuerda Suárez Orozco (2003) la inmigración es uno de los hechos, a escala planetaria, más importantes de nuestro tiempo. Y es  un proceso transformador en el que se concitan diversos factores denominados “empuje”, que dependen directamente de las realidades económicas, bélicas  o socio-políticas de las distintas sociedades y de sus dependencias con una economía global y deslocalizada  que no pueden sustraerse de la geo-estrategia de las grandes potencias. La gran diferencia estriba en que mientras unos desplazamientos se realizan con todo confort y se enmarcan en movimientos de trabajo o turismo; otros se realizan en condiciones inhumanas, y se pueden considerar perfectamente como el nuevo tráfico de esclavos del Siglo XXI. Ahí es donde hemos de ubicar las imágenes que, desde hace décadas, nos sacuden en las playas del mediterráneo europeo, especialmente en aguas españolas e italianas, ahora más cercanas de la mano del drama de los refugiados que huyen del terror de la guerra o del fascismo islamista.


La UE está dando, y el acuerdo con Turquía no da por zanjado el tema, una imagen de desorganización y falta de cohesión interna a la hora de afrontar esta realidad imperiosa. Yo, contra lo que opinan muchos, no creo que sea sólo un problema de logística o lentitud de sus estructuras, sino más bien de falta de voluntad. La  inacción, en este caso, sólo se ha visto modificada, apelando a la humanidad, por la presión popular ante las espeluznantes imágenes que nos llegaban a través de los medios de comunicación desde las costas de Lesbos o desde el campamento de Idomeni. Pero, ¿cómo pedir empatía para con quienes huyen de la guerra a estados de la UE que, junto con EEUU, promovieron, instigaron o financiaron lo que tan alegremente denominamos “primavera verde” y que no fue sino alimento para el crecimiento del hoy autoproclamado Estado Islámico o ISIS? ¿Cómo pedir humanidad hacia refugiados árabes a una Europa en la que en muchos de sus estados se sientan parlamentarios de partidos ultra nacionalistas como la Deutsche Volskunion o el NPD en Alemania, el FPO austriaco, el Frente Nacional francés, Amanecer Dorado en Grecia, el Partido de los Verdaderos Finlandeses, el PPD danés, el PVV de Geert de Wilders en Holanda, el Jobbik húngaro, la secesionista Liga Norte italiana, la inglesa UKIP, el Vaans Belang flamenco y partidos españoles como Democracia Nacional, Falange, España 2000 o AES, sin mencionar, mirémonos a nosotros mismos,  otros muchos partidos nacionalistas de discurso profundamente etnocéntrico? ¿Cómo pedir solidaridad a una Europa que mantiene, mediante un neo-colonialismo económico tan efectivo como el del S. XIX,  a numerosos gobiernos corruptos en buena parte del mundo, impidiendo así el posible desarrollo de sus respectivos pueblos? ¿Y también, cómo defender el conocimiento intercultural en una Europa que se ve sacudida por el terrorismo islamista, elemento éste fundamental en la activación de la islamofobia?


No nos engañemos, Europa se está conformando cimentada, por un lado, en un potente eurocentrismo y, por otro lado, en el miedo al diferente, fundamentalmente si es musulmán. La solidaridad que se está planteando en el “Acuerdo Turco-Europeo” pretende acometer, por la vía de urgencia, un terrible problema humanitario. Pero la respuesta acordada no sólo es una aberración desde el punto de vista ético, sino que resulta un mero parche que, en gran medida, busca tan sólo lavar nuestras conciencias. Podemos, debemos por solidaridad, acoger a contingentes, tanto de migrantes como de refugiados, es un imperativo,  pero finalmente nuestra capacidad para ello (y me refiero no únicamente a los Centros de Internamiento sino también a nuestras posibilidades de ayuda social e integración) no será ilimitada. Podemos construir más campos de refugiados o centros de internamiento o incluso, como ha pedido el Papa Francisco (y he de alabar su petición concreta, coherente, práctica y que implica directamente a su iglesia, sin echar balones fuera) que todas las parroquias, conventos o domicilios de católicos europeos acojan a una familia. Y de nuevo reitero que es un paso necesario, pero no es la solución y mucho menos la solución radical o definitiva. Como decía Checa (2009), con evidente acierto premonitorio,  “nadie puede decir que la presión migratoria haya desaparecido, sobre todo porque las causas profundas de la misma se mantienen invariables”. Y es aquí donde se encuentra la clave; tal y como yo  lo veo la verdadera solución se apoya en dos ejes fundamentales:


1.- Cambiar la política internacional en África y Oriente Próximo-Medio, de tal forma que nuestros intereses internacionales no primen sobre la estabilidad de los países y la guerra no sea la primera alternativa, sino la última y excepcional. En este momento, sin embargo, y dado el cariz que han tomado los acontecimientos, yo no descartaría la fuerza militar con objeto de recuperar los territorios ocupados por el califato y estableces gobiernos estables con objeto de poder ofrecer a las poblaciones que han huido la posibilidad de volver a sus países.


2.-Destinar más fondos europeos a una política de cooperación y desarrollo de los países situados al sur del “primer mundo”, estrategias de solidaridad que no han de ser pasivas sino activas. Para ello será necesario desactivar a ciertos “gobernantes títere” y apostar por la colaboración de personas de las poblaciones de origen, con objeto de conseguir, además del empoderamiento de los ciudadanos, desarrollo educativo, cultural, agrícola-ganadero, industrial, energético y socio-político. De esta forma lograremos dignificar su vida, tanto en el aspecto material como en el espiritual y, así,  no verán necesario dejar las sociedades en las que han nacido y se encuentran arraigados.

Europa es capaz de acoger, sin que sus cimientos se resquebrajen ni su identidad se diluya, a los refugiados que se hacinan en la frontera entre Grecia y Macedonia. Y puede hacerlo “sin resquebrajar los principios de su cultura jurídica y política” (De Lucas 2015), aun así es más que evidente que tan sólo la apuesta por el fin de las guerras y por el desarrollo, en todos los órdenes, de estos países puede ofertar horizontes de futuro a los jóvenes de esta parte del mundo, a esos mismos que ahora se ven abocados a elegir entre la huida o a la muerte. Esta es, y no otra, la única solución posible.

Jesús Prieto Mendaza
Antropólogo. Doctor en Estudios Internacionales e Interculturales. Profesor colaborador Universidad de Deusto
 

Alumnos/as, os dejo algunos materiales que os pueden ser de interés para profundizar en el tema:

Ah!!! Os recomiendo también la lectura de:
  • de Lucas, Javier (2015), Mediterráneo. El naufragio de Europa, Valencia, Tirant humanidades 
  • Prieto Mendaza, Jesús (2012), Los turoperadores de la miseria, Donostia, Hiria
  • Prieto Mendaza, Jesús (coautor. Dirección: Ana Ugarte) Migraciones en el tercer milenio (2014), Vitoria, EHU-UPV
(¡Atención! Con respecto a mis dos obras, podéis acceder a través de MIS PUBLICACIONES)


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