Vlado Gotovac (escritor yugoslavo...es decir con sentimientos identitarios múltiples)


"NUNCA HE COMPRENDIDO A QUIENES DESEARÍAN QUE EL ARCO IRIS FUERA DE UN SÓLO COLOR. ÚNICAMENTE SU VARIADA GAMA CROMÁTICA LO HACE HERMOSO. ASÍ, TAN SÓLO DIVERSAS ETNIAS Y GRUPOS HUMANOS PUEDEN ENCERRAR TODA LA BELLEZA DEL MUNDO".
Vlado Gotovac. Escritor yugoslavo (...portador de identidades múltiples, no excluyentes, radicalmente opuesto a la limpieza étnica que configuró los actuales estados mono-étnicos en los Balcanes)

jueves, 18 de enero de 2024

Hitzaldia eta mintzaldia/ Pacto de la UE sobre migración y asilo. Otra oprtunidad perdida/ Conferencia y coloquio

 

 

 

2024ko urtarrilaren 16an, asteartea, duela gutxi Europear Batasunak adostu zuen Migrazio Ituna izenekoa saiatu nintzen aztertzen. Ez da gai erraza, ezta pentzatu ere, hala eta guztz ere itun honek hausnarketa bat baino gehiago egitera behartzen gaitu. Eta ez dira oso baikorrak izango.

El día 16 de enero de 2024, martes, intenté realizar un análisis del Nuevo Pacto por la Inmigración de la Unión Europea. No es un tema fácil, son muchos los factores que se encuentran en juego, a pesar de ello, e intentando huir de discursos demagógicos, repito que intenté reflexionar sobre este nuevo pacto. y, me temo, mi análisis no fue demasiado optimista. 

Para acceder al libro LOS TUROPERADORES DE LA MISERIA clicar sobre la fotografía


 



 Resumen de la conferencia:

Migraciones irregulares en tiempos hostiles[1]

Jesús Prieto Mendaza (profesor colaborador del Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Deusto)

 

La quiebra de Lehman Brothers (2008) generó una crisis económica de consecuencias mundiales, las Primaveras Árabes (2010-2012) generaron una ola de refugiados tremenda, en 2014 el Estado Islámico estableció el califato, sumiendo a varios países de Oriente Medio a un régimen de terror nunca antes conocido, raíz de marzo de 2020 el confinamiento provocado por la pandemia del Covid 19 volvió a sumergirnos en otra situación sin parangón en nuestra historia reciente, la invasión de Ucrania por Rusia (2022) generó una guerra prácticamente a las puertas de la UE y, después del terrible ataque terrorista provocado por Hamas el 7 de octubre de 2023, la respuesta del ejército israelí, señalada por numerosos organismos internacionales como desproporcionada y de tremendas consecuencias en el plano humanitario, ha sumido a este comienzo de 2024 en un clima bélico que nos introduce de nuevo en un periodo de inquietud. A esto debemos sumar la tragedia migratoria que no cesa en nuestro contexto mediterráneo y atlántico, además de catástrofes medioambientales y sociales que generan miles de desplazados o migrantes climáticos. Quienes anunciaron que, con tanta crisis, fueran económicas o bélicas, las migraciones irregulares hacia España, como puerta de Europa, se verían frenadas se equivocaron. La realidad nos ha demostrado que no ha sido así, incluso alguno de los fenómenos que se habían reducido, como el llamado “fenómeno cayuco” (que fue especialmente significativo en 2006) en la ruta canaria, se ha visto intensificado este último año y asistimos al incremento de nuevas rutas, como es la de Argelia a Baleares o Levante.

A pesar de las sucesivas crisis, la miseria económica que vive una gran parte del planeta ha seguido arrojando, de forma ininterrumpida, a nuestras costas hombres y mujeres migrantes (es necesario abordar de forma distintiva, por terrible, la perspectiva de género en los procesos migratorios irregulares controlados por las mafias de tráfico de personas) e, incluso, se han abierto nuevas vías de migración irregular, como es el caso de Baleares y Levante. El Atlántico, el Mediterráneo y las vallas de Ceuta o Melilla, siguen siendo puerta preferente de entrada irregular a nuestro territorio, realidad que si bien afecta de forma preeminente, al estado español, frontera sur de la UE, señala acusadora a la política errática de la Unión, que bien por razones éticas o bien razones de gestión está resultando, además de un fracaso, generadora de una de las mayores catástrofes humanitarias registradas en sus puertas (y que choca frontalmente, aunque debamos congratularnos por ello, con la actitud favorable a recibir refugiados procedentes de Ucrania). Una situación que es afrontada por España debatiéndose entre la humanidad, los convenios de fronteras en el espacio europeo, los discursos nacionalistas-populistas frente al inmigrante y la realidad económico-social del país.

Son ya muchos años los que lleva Europa enfrentando esta situación, que llamó en 2015 la crisis de los refugiados, y tal como le habían anunciado numerosos intelectuales y expertos en geoestrategia, ni los acuerdos con Turquía, ni los campamentos de Grecia, ni la desaparición pública de nuestras naves de la armada o de salvamento marítimo de las rutas marítimas del Mediterráneo Oriental ha contribuido a solucionar el problema sino a complicarlo, como explica muy bien el profesor Javier de Lucas en su libro “Mediterráneo. El naufragio de Europa”. La cuestión migratoria sigue complicándose por las consecuencias terribles de movimientos políticos, económicos o bélicos que no nos son totalmente ajenos. Como consecuencia de las denominadas primaveras verdes existen estados fallidos, como es el caso de Libia, en los que las mafias y los señores tribales diariamente reducen a escombros los Derechos Humanos o el de Afganistán, en el que occidente ha cedido el espacio a los talibanes, generando legiones de refugiados que simplemente se arrojan al mar para huir de la esclavitud, la violación o la muerte. La época post Covid 19 ha manifestado una situación, y no sólo sanitaria, muy complicada para numerosos países de África, en los que hoy la posibilidad de morir de hambre o enfermedad es una realidad que obliga a miles de seres humanos a desplazarse hasta Europa buscando trabajo, vivienda, sanidad y estudios para sus hijos.

En este contexto, se ha aprobado recientemente, diciembre de 2023, el nuevo “Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea”[2], una propuesta todavía de la Comisión Europea que deberá ser refrendada por el Parlamento y el Consejo, que ha aportado ruido mediático, pero, en mi opinión, vuelve a caer en los mismos errores y falta de visión que denunciara hace años ya el antes citado profesor Javier de Lucas en su libro.

Un nuevo pacto que, una vez más, profundiza en una política, a la que se destinarán millones de euros (Agencia FRONTEX, centros de estancia temporal, dotación de 20.000 € por migrante irregular, etc.), tan sólo desde una perspectiva policial o de fronteras, obviando los factores que durante más de dos décadas han favorecido los actuales movimientos y también las verdaderas soluciones. Sus ejes fundamentales son:


  1. Nuevo control previo a la entrada para establecer la condición de las personas de manera rápida
  • identificación
  • controles sanitarios
  • controles de seguridad
  • toma de impresiones dactilares y registro en la base de datos Eurodac
  1. Nuevo procedimiento fronterizo de asilo más rápido:
  • Cuando proceda, seguido de un procedimiento de retorno rápido, para acelerar la toma de decisiones y aumentar la eficiencia de los procedimientos de asilo
  1. Mejora del sistema de gestión de la migración y las fronteras:
  • Mejora de la base de datos Eurodac, que contribuye a la lucha contra la migración irregular
  • Centrado en los solicitantes en lugar de en la solicitud para determinar la responsabilidad de las solicitudes de asilo
  • Prohibición de los movimientos no autorizados a otros Estados miembros
  • Favorecimiento de la reubicación y mejora del seguimiento de los retornados
  • Seguimiento del apoyo a la salida voluntaria y la reintegración
  1. Garantía legal:
  • Mecanismo de supervisión independiente para garantizar el respeto de los derechos fundamentales, respaldado por la Agencia de los Derechos FundamentalesFrontex y la nueva Agencia de Asilo de la UE
  • Evaluación individual de las solicitudes de asilo y garantías esenciales para protejer el acceso al asilo  , el derecho a la libertad, los derechos de la infancia y el dereccho a la tutela judicial.
  • Evaluación individual de las solicitudes de asilo y garantías esenciales para proteger el acceso al asilo, el derecho a la libertad, los derechos de la infancia y el derecho a la tutela judicial efectiva.
  1. Flexibilidad para los Estados miembros:
  • Reubicación de personas recién llegadas
  • Apoyo operativo inmediato
  • Apoyo a más largo plazo para desarrollar capacidades en materia de procedimientos de asilo
  • Acogida de recién llegados u operaciones de retorno
  • Asistencia para responder a las tendencias migratorias específicas que afectan a los Estados miembros mediante la cooperación con países no pertenecientes a la UE
  1. Tratar con personas vulnerables, como las localizadas a raíz de operaciones de salvamento marítimo
  • Reubicación de las personas que puedan necesitar protección
  • Determinación temprana de las necesidades mediante un informe prospectivo anual
  • Reserva común de solidaridad de las contribuciones nacionales, basada en compromisos voluntarios
  • Mecanismo de corrección para garantizar un apoyo eficaz

 

  1. Aliviar la presión sobre el sistema de gestión de la migración de un Estado miembro
  • Reubicación ampliada a los refugiados reconocidos
  • Contribuciones basadas en la parte equitativa de los Estados miembros
  •  Mecanismo de corrección para garantizar un apoyo eficaz
  1. Ayuda en situaciones de crisis
  • Reubicación ampliada a las personas incluidas en el procedimiento fronterizo, a las personas en situación irregular y a las personas con necesidad inmediata de protección
  • Reacción más rápida a escala de la UE mediante una decisión rápida sobre la contribución
  • Mecanismo de solidaridad centrado en la reubicación

 

Después de revisar las propuestas y, permítanme mostrar mis dudas al respecto, parecería que se van a mejorar los procedimientos de asilo, la reubicación de personas migradas y refugiados, la humanidad para con las personas más vulnerables o la diligencia para los procedimientos de asilo. El papel lo soporta todo, la práctica suele ser muy distinta. Esas mismas muestras de solidaridad europea se vienen explicitando desde hace dos décadas en el marco teórico, pero, tristemente, en el práctico todos sabemos de sus consecuencias en número de muertos a las puertas de nuestras fronteras europeas.

Realmente este acuerdo vuelve a ignorar la realidad migratoria y sus raíces, y una vez más solicita la cooperación de los países emisores para políticas de contención de fronteras o de control policial (una especie de subcontratación de la migración irregular). Saben nuestros gestores europeos que la única respuesta eficaz, además de justa, pasa por esa cooperación en origen (sanitaria, educativa, agrícola, hídrica, económica…) y sin embargo nada de eso se menciona. Para nada se habla de invertir en el desarrollo de África, del Magreb o de Próximo oriente. Una vez más la UE vuelve a “naufragar” en esta dolorosa cuestión.

Así las cosas, y volviendo a casa, debo recordar, una vez más, que la experiencia española en los dispositivos de interceptación, rescate y acogida de migrantes irregulares es realmente brillante y yo puedo dar fe de ello. A pesar de errores y operativos criticables (como es el lamentable caso de la mortal intervención de la G.C. en la playa ceutí de Tarajal en 2014, o la penosa situación en los muelles de Arguineguín, en Gran Canaria, en 2020), la actuación española ha obtenido una muy buena nota en su gestión de distintas llegadas de migrantes irregulares en este tercer milenio. Decía el profesor de Lucas en el libro ya citado, que desde Hobbes hemos aprendido que la obligación primaria de cualquier estado es garantizar la vida de sus ciudadanos y de todos aquellos que se encuentran al alcance de su soberanía.

No deseo caer en discursos demagógicos[3], pero sepan que, si bien no se pueden abrir nuestras fronteras[i], ni negar la infinita crueldad de las mafias, ni cerrar los ojos ante los muchos problemas que la acogida de contingentes migrantes supone en una sociedad receptora, si se puede arbitrar (a pesar de obviar la única respuesta eficaz posible a futuro, que ya he mencionado) una política común europea mucho más organizada, mucho más eficaz y, finalmente, mucho más humana. Se puede, se debe y además la experiencia de nuestro país, me refiero ahora a España, lo ha demostrado ampliamente y de forma dilatada en el tiempo, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.  

Cuantas veces me he encontrado con estas palabras: “Sí nos ayudarais a mejorar nuestras condiciones de vida en África, no necesitaríamos emigrar hasta vosotros”. Una petición, casi una súplica, verdadera y única solución, a la que llevamos haciendo oídos sordos desde hace décadas, pensando que tan sólo con millas de mar o con concertinas afiladas podremos frenar lo irrefrenable. Y ésta, incluso en tiempos de tensión bélica y terremotos, estimados alumnos/as, es la única verdad.

Recuerda Suárez Orozco (2003) que la inmigración es uno de los hechos más importantes de nuestro tiempo, un proceso transformador en el que se concitan diversos factores denominados “empuje”, que dependen directamente de las realidades económicas, bélicas o sociopolíticas de las distintas sociedades y de sus dependencias con una economía global y deslocalizada que no pueden sustraerse de la geoestrategia de las grandes potencias.

Cientos de voluntarios de numerosas ONGs están ahora mismo actuando en nuestra frontera sur. Reivindicación de la humanidad y los DDHH entre tanto horror. Y entre la negación y la demagogia, ese es el único referente que debiera iluminarnos.

 



[1] El título pretende hacer referencia a un libro esencial de Sami Naïr, “Y vendrán las migraciones en tiempos hostiles” (2006, Barcelona, Planeta). Tiempos de hostilidad, guerra de Ucrania, conflictos variados que generan millones de refugiados y también tiempos de hostilidad y rechazo hacia quienes huyen buscando nuestra acogida, discursos de odio que en el seno de Europa se difunden desde ciertas fuerzas políticas.

[3] Se que es duro decirlo, también sé que me expongo al hacerlo, pero no podemos eliminar de esta ecuación el derecho de todo estado a contemplar el control de sus fronteras. Es un factor, lo queramos o no, que forma parte del derecho internacional y condiciona el proceder de todas las naciones del mundo. La solución debe de conducirnos por caminos en los que este derecho no impida una migración acordada y, sobre todo, no elimine la humanidad de sus políticas.

 



[i] Se que es duro decirlo, también sé que me expongo al hacerlo, pero no podemos eliminar de esta ecuación el derecho de todo estado a contemplar el control de sus fronteras. Es un factor, lo queramos o no, que forma parte del derecho internacional y condiciona el proceder de todas las naciones del mundo. La solución debe de conducirnos por caminos en los que este derecho no impida una migración acordada y, sobre todo, no elimine la humanidad de sus políticas.

 

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