Azken bolada honetan ene iritzia eskatu didate. Hori dela eta zenbait saioetan pairatzen dugun pandemiari buruz eta nola izango den ondorengo gizarteari buruz hitz egin dut. Luzea izango litzateke hemen azalpen sakon bat egitea, gaia oso anitza delako, baina saiatuko naiz ene hausnarketak laburbiltzen.
En los últimos días, y desde distintos medios, han pedido mi opinión. Por ello la he ofrecido, desde una mirada antropológica, analizando la actual situación de pandemia que sufrimos así como perfilando los cambios factibles en esa futura sociedad post Covid 19. Sería muy extenso ofreceros todo lo dicho tanto en el "teleberri" de EITB, en el programa "360 grados" como en la HEI (Herritartasunerako Eskola Irekia-Escuela Abierta de Ciudadanía) del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Aun así voy a intentar, no se si lo conseguiré, resumir mis ideas principales sobre estos temas.
SOBRE LA PANDEMIA Y LA SITUACIÓN DE CONFINAMIENTO
- Sin duda nos estamos enfrentando a una situación que nos ha pillado a todos, ciudadanía y administración, con las alertas muy desactivadas. En un principio se banalizó su peligro (era una gripe y poco más), yo mismo lo hice, no se tomaron las medidas necesarias y el contagio fue exponencial, con el resultado que todos conocemos (lamentando especialmente la pérdida de vidas humanas, pérdida muy elevada en España).
- En esas circunstancias, el decretar el Estado de Alarma y tomar medidas tan drásticas como el confinamiento no era sino la única opción posible, por prudencia y acatamiento a las recomendaciones de la comunidad científica. De otra forma la catástrofe, aun siendo muy elevada, hubiera sido mayor.
- Ciertamente han existido errores en la gestión de la pandemia (falta de material, unos servicios de UCI colapsados, operaciones de compra de equipos de protección de dudosa eficacia, una elevada mortalidad -después de Bélgica y por millón de habitantes una de las más altas del planeta- , situaciones dantescas en residencias de ancianos, etc...) que deberán ser revisados y reconocidos.
- Aceptando que la crítica es necesaria y plausible (además de un derecho), en un momento así, de tamaña dificultad, todas las fuerzas políticas debieran de modular la misma o enfocarla, de forma proactiva, con un objetivo de cooperación, desde la unidad, para contribuir al fin de la epidemia, en primer lugar, y, en segundo lugar, para recomponer un tejido social que está ya muy dañado por lo ocurrido durante estos meses. En este sentido no puedo entender que nuestra clase política se esté perdiendo en debates prartidarios, superfluos y agresivos que no contribuyen sino a enervar a ciertos sectores de la ciudadanía y a provocar, tristemente, enfrentamientos en nuestras calles (que suponen una grave irresponsabilidad y vulneran las restricciones de ocupación de espacios públicos cuando el coronavirus aun está presente entre nosotros). Repito que la crítica, y por supuesto el derecho a discrepar, no puede cuestionarse pero sí debe exigirse que la misma se haga con unas formas que no provoquen ni enfrentamientos entre ciudadanos ni pongan en riesgo la salud pública.
¿CÓMO VEO LA SOCIEDAD POST COVID 19?
- Hemos vivido unos meses muy complicados. La situación ha sido altamente traumática para nuestras sociedades, pero también es cierto que somos ciudadanos y ciudadanas resilientes.De una situación así es necesaro salir aprendiendo cieertas lecciones; esto quiere decir que hemos de saber identificar los errores cometidos y aprender de ellos. La posibilidad de nuevos brotes de coronavirus en otoño, o la misma posibilidad de convivir con el virus durante un periodo prolongado (hasta encontrar una vacuna, podríamos hablar de meses o, incluso, un año) nos obligan a ello en eso que se nos anuncia como "la nueva normalidad".
- Si de la Peste Bubónica (S. XIV, 48 millones de fallecidos) surgieron reformas de higiene o sanitarias para nuestras ciudades y aquella tragedia fue la puerta para el fin del feudalismo y la aparición del Renacimiento; si trás la mal llamada Gripe Española (50 millones de muertos, con fallecidos tan notables como Max Weber o Frederic Trump, abuelo del actual presidente de EEUU) se consiguió la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, se consolidaron los sistemas de sanidad pública y se comenzaron los movimientos descolonizadores en el mundo ¿No podríamos pensar que de esta pandemia pueden surgir nuevos cambios y mejoras sociales?
- La sanidad y la seguridad nos obligaran a mantener distancias, a llevar mascarillas y a cuidar nuestras normas de higiene y sociales. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se verán reforzadas y con ello el comercio on line, la posibilidad de realizar "teletrabajo" algunos días a la semana o cambios en el modelo educativo presencial tradicional. Hemos descubierto de nuevo la importancia del pequeño comercio y nuestra apuesta por los productores locales se verá reforzada.
- Hemos tomado conciencia de que el medio ambiente estaba sufriendo con nuestra producción y consumo excesivo. El futuro exige cuidar los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
- La crisis económica exigirá una importante solidaridad social si no queremos ver escenas de mendicidad y gente viviendo en la calle. La aportación vía impuestos o la renuncia a parte de nuestras horas de trabajo (y de sueldo) para que otros tengan posibilidad de trabajar, son algunas de las ideas que se lanzan.
¿Aprenderemos las lecciones que esta pandemia nos ha ofrecido? Nunca hemos vivido algo así, y por ello creo que nunca hemos sido tan conscientes de que, de seguir así, podemos dejar un mundo mucho peor a nuestros hijos; un mundo de epidemis, cambio climático, confinamiento y miedo al contagio. Quiero creer que lo ocurrido marcará un antes y un después en nuestras actuales sociedades. Como diría Lipoweski, viviremos tiempos de incertidumbre, de nosotros depende que no sean tiempos de decepción.
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