Hace pocos días colocaba una entrada aplaudiendo el valiente gesto de Iñaki Rekarte. Creo que es necesario el perdón, si éste se pide de forma sincera, y creo que Iñaki Recarte lo siente de verdad; aún así es necesario ponerse en la piel de las víctimas y reconocer su inmenso dolor. Por eso, hoy toca abrir esta nueva entrada, hoy toca también situarse en la desgarradora orilla de unos huérfanos que vieron truncadas sus vidas. Hoy toca, porque nos interpela con crudeza, escuchar el testimonio de Silvia. Quizás, no lo se, ese acercamiento humilde, sincero, que pides se consiga Silvia. Aunque no lo sepas, Iñaki Rekarte, y su familia, necesita tu perdón para seguir viviendo como ser humano, para recuperar esa humanidad que perdió en el momento que decidió matar a un semejante en nombre de una patria equívoca (en nombre de un sueño, ha dicho, en el colmo de la estulticia -y de la inhumanidad- Hasier Arraiz de HB-Bildu).
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